Vistas impresionantes de Granada, arquitectura encantadora de Carmen, conexión fácil con el transporte público.

El Wi-Fi es débil, lo que puede ser un problema para quienes necesitan estar conectados. Además, las escaleras empinadas hacia el hotel son un verdadero desafío, ¡¡especialmente para quienes tienen problemas de movilidad!!! !!!

La ubicación es fantástica, cerca de la Alhambra y con vistas impresionantes. Sin embargo, las escaleras empinadas pueden ser complicadas.

La experiencia fue increíble, especialmente por las vistas desde nuestra habitación que daban al jardín lleno de vegetación. La atención de Alejandro fue excepcional. nos ofreció un mapa personalizado que hizo que nuestra exploración por Granada fuera mucho más fácil. Además, la cercanía a la Alhambra y otros puntos turísticos nos permitió conocer la ciudad sin complicaciones. Sin duda, lo que más disfruté fue la tranquilidad del lugar, ideal para descansar después de un día explorando.

me encantaría regresar

Las habitaciones son una pasada, con aire acondicionado y un balcón que da vistas chulas. Tienen de todo, desde TV plana hasta un baño privado muy bien equipado. El solarium es genial para relajarse. La decoración es espectacular y se nota que cuidan cada detalle. El desayuno está rico, ¡todo un festín!

buenas vistas, pero con algunas escaleras

Las vistas desde nuestra habitación eran sencillamente impresionantes, nos dejaban sin aliento cada mañana. Además, el desayuno fue un verdadero placer, con opciones deliciosas que nunca imaginé encontrar en un hotel.

Las escaleras empinadas para llegar al hotel pueden ser un desafío para algunos huéspedes.

La estancia fue maravillosa, especialmente por las habitaciones encantadoras con vistas al jardín lleno de vegetación. La atención al detalle en la decoración crea una atmósfera única, ideal para disfrutar de momentos inolvidables en la terraza, rodeado de naturaleza y la espectacular sombra de un ciprés centenario.

Ruidos exteriores.

Las vistas son impresionantes y la decoración del lugar, simplemente encantadora. El ambiente acogedor hace que la experiencia sea especial, como si estuvieras en casa, disfrutando de momentos inolvidables en la terraza rodeada de naturaleza.

Las escaleras empinadas son el nuevo desafío del fitness, ¡hacia arriba y hacia abajo todo el día!

las vistas desde la habitación son impresionantes, pero hay escaleras empinadas para llegar.

Descubrí un lugar con vistas que me dejaron sin aliento. La atención del propietario me hizo sentir como en casa, ofreciéndome un mapa personalizado para explorar sin problemas. La proximidad a la Alhambra facilitó mi visita a todos los puntos turísticos. Disfruté de momentos en la terraza, rodeado de un hermoso jardín. Un desayuno sabroso y variado añadió un toque especial a mi estancia, haciendo que todo fuera aún mejor. En serio, un lugar algo caro, pero mereció la pena para una experiencia única.

Las escaleras empinadas son un reto y el wifi no es muy fuerte.

Carmen de la Alcubilla del Caracol es un lugar encantador. Las vistas desde nuestra habitación eran espectaculares, y la ubicación es perfecta, muy cerca del centro de la ciudad. La atención de Alejandro fue excepcional, siempre listo con recomendaciones útiles. Además, el desayuno con tostada y jamón serrano fue delicioso.

la calefacción no se podía manejar, pasamos un poco de frío.

La ubicación en la colina ofrece vistas impresionantes que valen la pena, y las habitaciones son encantadoras y muy tranquilas. Alejandro brindó una atención excepcional, con recomendaciones prácticas y un mapa personalizado. Sin embargo, las escaleras empinadas son un verdadero desafío y la falta de control sobre la calefacción en la habitación es incómoda, ya que pasamos frío por las noches. A pesar de lo delicioso del desayuno con bollos recién horneados, la experiencia se vio afectada por estas limitaciones.

Ubicación espectacular con vistas increíbles de Granada desde la habitación. La atención de Alejandro, un genio, siempre con buenas recomendaciones. Eso sí, hay que estar en forma para enfrentar las escaleras. El desayuno, un manjar, lo disfrutamos al máximo.